Alta expresión. Es un buen ejemplo de una elaboración esmerada que busca la excelencia en un proceso que cuida cada detalle. De la variedad CHARDONNAY. Su cepa, originaria de Borgoña, tiene un ciclo corto de maduración, por lo que el manejo de la viña y la elección del momento óptimo de vendimia, es crucial para conseguir la máxima expresividad del terruño y la variedad. Tras su vendimia nocturna, que se produce a primeros de agosto, se realiza una maceración a baja temperatura durante 4 horas para extraer la máxima potencia aromática. Después de la fermentación alcohólica a 16 °C y tras el trasiego, lo más distintivo en la elaboración de este vino: una crianza de 4 meses sobre lías. De color amarillo pálido, limpio y brillante. En la fase olfativa alta intensidad aromática. Destacan aromas cítricos, florales y manzana verde. Y secundarios a plátano y frutas tropicales. En la fase gustativa disfrutamos de un vino fresco con untuosidad y volumen. Muy largo y equilibrado.