La combinación entre clima mediterráneo con clara influencia atlántica y la baja producción es ideal para vinos elegantes con capacidad de guarda. Graciano de nuestra finca del monasterio, con suelos aluviales calcáreos y clima mediterráneo continental, posee la situación ideal para el cultivo de esta variedad autóctona.
La vendimia manual se complementa con nuestro proceso de vanguardia que combina la selección manual de los racimos con la selección mecánica de las uvas, lo cual nos permite poner en valor y garantizar la máxima calidad del vino.
Fue criado durante un mínimo de 24 meses en barricas de roble americano y francés, crianza que fue completada con más de 36 meses de estancia en botella. Este noble reposo le ha aportado aromas de sobresaliente complejidad y elegancia en su paso por boca.
Vino limpio y brillante de capa media, se muestra con un color rojo rubí con reflejos teja. El vino es complejo y franco con notas dominadas por la fruta roja madura, azafrán y tabaco y un fondo balsámico muy elegante. Es un vino redondo y equilibrado con un paso fresco, largo y mineral. El retrogusto es muy persistente, recuperando memorias de tostados, pasas y hojarasca.